Si breve, dos veces bueno o algo así nos remitía el sabio dicho y en esas estamos en esta sección de este nuevo blog, datos cortos, curiosos y sin demasiados preámbulos.
No vamos a caer en el interminable debate acerca de cuanto ha modificado nuestra vida diaria la aparición del telefono celular. Desde hace cási veinte años tenemos un nuevo habitante en nuestro bolsillo, un aparatito que se transforma en un GPS o en un D.N.I segun la circunstancia . Gracias a él nos localizan , nos comunican , etc...Y la historia de las grandes compañías consiste muchas veces en un espejo de las típicas telenovelas donde la chica pobre se transforma en princesa, el patito se transforma en cisne. Este es el caso de Nokia, el mayor fabricante de telefonos móviles del mundo con sede en Helsinki.
Este monstruo de la comunicación mundial fue fundado en 1865 por el ingeniero Fredrik Idestam y lejos estaba de los sms y los escándalos por cobros revertidos desde las cárceles: Así es, Nokia se dedicaba a fabricar pulpa de madera para la producción de papel con ayuda de un molino. La factoría estaba ubicada al sur de Finlandia junto al río Nokianvirta (así llamado por la abundancia de los animales llamados nokias). La empresa pronto amplió su ámbito de negocio. En 1902 pasó a generar electricidad, en 1912 a producir cable y en 1960 creo su primer departamento electrónico, lo que significó su entrada en el mercado de las telecomunicaciones.
Habiendo leído esto....diganme la verdad....¿no pensaron en que se convertirá la pastera Botnia dentro de varias décadas?, ¿estará manejada por Charles Montgomery Botnia?.
jueves, 17 de febrero de 2011
jueves, 30 de diciembre de 2010
Instrucciones para caminar, un prólogo..
Caminar no es fácil, caminar apropiadamente no es fácil. Pocas veces nos hemos encontrado en la frondosa lucha de medir nuestra respiración, economizar rodillas para dar unos pasos más.
El seco calor de la quebrada de Humahuaca ahuyenta. Cuando uno mira de abajo el imponente y amenazante monumento a los héroes de la independencia se jacta de la tarea fácil que consiste en subir veinte o treinta escalones, sacar una foto e irse. Pero luego de avanzar la primera media decena de peldaños ya piensa en recurrir al zoom. Contemplando las facciones y la actitud de la figura principal,, el más fuerte espíritu se convierte en un papel de calcar, todo se amedrenta. Hasta que uno entiende.
Después de fotografiar el quinto bloque de bronce y aprovechar para ver toda la quebrada desde ese punto estratégico, recae la mirada en el nene que se acerca tímidamente para contarnos que las figuras a mi derecha son los aborígenes, dueños legítimos del territorio, y los de la izquierda los soldados del gaucho Martín Miguel de Guemes.
Años de ardúo e increíble trabajo rodearon la confección de esta bestia de metal, diez años según mi guía de temprana adolescencia que me pide, a medida de pago, una moneda o un caramelito sin olvidar de recordarnos mirar a las doce en punto la imagen articulada de San Francisco Solano que bendice la anteúltima de las quebradas de Jujuy. Cuando empieza a bajar escalones le pregunto por una torre que se encuentra en ese mismo lugar: “Esa es la torre del General” me dice, “¿Del general Perón?” repregunto, porteño como soy, “no, no, acá el General es Belgrano...”.
El presente de nuestra historia nos sigue mostrando esas cosas, gente que no se fundamenta en pseudo-próceres, personas que todavía agradecen a aquellos que lucharon, leyeron, se informaron y pagaron con sus vidas (y con las de sus familias en algunos casos) para engrandecer nuestras tierras. Abogados que de buenas a primeras se encontraron empuñando sables contra los poderosos ejércitos realistas así como periodistas que no dudaron en ordenar las ejecuciones de patriotas traicioneros y fieles a la corona.
Doscientos años pasaron de los acontecimientos que dieron nombre y sangre a estas tierras, nuestra historia, empezó mucho tiempo antes, como veremos más tarde. Lo cierto es que seguir afirmando eso de que el flamante bicentenario es una oportunidad única para cambiar la historia es solo una manera de decir “panza arriba y a festejar”, no, ni siquiera se habla de conmemorar. Es preciso asentar el objetivo de que todos los días de cualquier año estemos ante esa posibilidad de oportunidad única.
El griego Herodoto fue el primer historiador. Y si bien sus escritos nos confundían un poco con la poesía que los adornaban, fue el primero en utilizar el término “Historia” ( del latín historĭa, y este del griego ἱστορία) con su concepción actual . Pero no lo empleó para referirse a “los hechos humanos y trascendentes del pasado” como nos enseñaron en la escuela secundaria, sino que lo utilizo simplemente para describir una “investigación” que hizo a partir de un viaje por el mar Mediterráneo y Grecia donde preguntó a los lugareños por sus tradiciones y sus relatos acerca de las guerras médicas. El historiador de Halicarnasso se basó en la acepción griega del término que significa inquirir, preguntar.
Este es un blog más de historia, no es algo pretencioso, nos haremos cuestionamientos y no nos vamos a limitar a los personajes universales que incidieron en la vida política o en la vida militar. Sino también a escritores, actores y más exponentes que forman parte de todos los días de nuestras vidas.
Sin más preámbulos, bienvenidos a este blog, otro punto de vista..
El seco calor de la quebrada de Humahuaca ahuyenta. Cuando uno mira de abajo el imponente y amenazante monumento a los héroes de la independencia se jacta de la tarea fácil que consiste en subir veinte o treinta escalones, sacar una foto e irse. Pero luego de avanzar la primera media decena de peldaños ya piensa en recurrir al zoom. Contemplando las facciones y la actitud de la figura principal,, el más fuerte espíritu se convierte en un papel de calcar, todo se amedrenta. Hasta que uno entiende.
Después de fotografiar el quinto bloque de bronce y aprovechar para ver toda la quebrada desde ese punto estratégico, recae la mirada en el nene que se acerca tímidamente para contarnos que las figuras a mi derecha son los aborígenes, dueños legítimos del territorio, y los de la izquierda los soldados del gaucho Martín Miguel de Guemes.
Años de ardúo e increíble trabajo rodearon la confección de esta bestia de metal, diez años según mi guía de temprana adolescencia que me pide, a medida de pago, una moneda o un caramelito sin olvidar de recordarnos mirar a las doce en punto la imagen articulada de San Francisco Solano que bendice la anteúltima de las quebradas de Jujuy. Cuando empieza a bajar escalones le pregunto por una torre que se encuentra en ese mismo lugar: “Esa es la torre del General” me dice, “¿Del general Perón?” repregunto, porteño como soy, “no, no, acá el General es Belgrano...”.
El presente de nuestra historia nos sigue mostrando esas cosas, gente que no se fundamenta en pseudo-próceres, personas que todavía agradecen a aquellos que lucharon, leyeron, se informaron y pagaron con sus vidas (y con las de sus familias en algunos casos) para engrandecer nuestras tierras. Abogados que de buenas a primeras se encontraron empuñando sables contra los poderosos ejércitos realistas así como periodistas que no dudaron en ordenar las ejecuciones de patriotas traicioneros y fieles a la corona.
Doscientos años pasaron de los acontecimientos que dieron nombre y sangre a estas tierras, nuestra historia, empezó mucho tiempo antes, como veremos más tarde. Lo cierto es que seguir afirmando eso de que el flamante bicentenario es una oportunidad única para cambiar la historia es solo una manera de decir “panza arriba y a festejar”, no, ni siquiera se habla de conmemorar. Es preciso asentar el objetivo de que todos los días de cualquier año estemos ante esa posibilidad de oportunidad única.
El griego Herodoto fue el primer historiador. Y si bien sus escritos nos confundían un poco con la poesía que los adornaban, fue el primero en utilizar el término “Historia” ( del latín historĭa, y este del griego ἱστορία) con su concepción actual . Pero no lo empleó para referirse a “los hechos humanos y trascendentes del pasado” como nos enseñaron en la escuela secundaria, sino que lo utilizo simplemente para describir una “investigación” que hizo a partir de un viaje por el mar Mediterráneo y Grecia donde preguntó a los lugareños por sus tradiciones y sus relatos acerca de las guerras médicas. El historiador de Halicarnasso se basó en la acepción griega del término que significa inquirir, preguntar.
Este es un blog más de historia, no es algo pretencioso, nos haremos cuestionamientos y no nos vamos a limitar a los personajes universales que incidieron en la vida política o en la vida militar. Sino también a escritores, actores y más exponentes que forman parte de todos los días de nuestras vidas.
Sin más preámbulos, bienvenidos a este blog, otro punto de vista..
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